Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo
no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino, a salvar al
mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien le
juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Juan 12:47-48
No haga oídos sordos a lo que Dios dice en la Biblia para usted.
Ponga interés en buscar a Dios hoy que puede. Hay personas que esperan hasta los momentos difíciles, cuando no hay salida, cuando todo parece estar perdido. ¿Por qué somos tan necios? La vida, la prosperidad, el consuelo, todo lo tenemos a la mano. El problema es que no echamos mano de esa oportunidad que Dios nos ha permitido.
Jesucristo vino al mundo para dar a conocer la Luz del mundo, la Palabra del Señor. Como en aquel tiempo, hubo gente incrédula como hoy. Dios no envió a Jesucristo a juzgarlo a usted por su mala vida, por sus errores, por aquello que no quiere que nadie lo sepa.
Dele una oportunidad a Jesucristo que entre en su corazón hoy, para que Dios abra un canal de bendición, un canal de perdón. No deje que sus hechos lo aparten de la luz hoy.