viernes, 19 de agosto de 2011

¡SERÉ ENEMIGO DE TUS ENEMIGOS!
(Éxodo23:22)

22 “Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos y afligiré a los que te afligieren”.
 Los hijos de Dios, aquellos que han creído en Jesucristo como su Señor, son un tesoro especial para Él. Dios saldrá como Poderoso Guerrero delante de nosotros hasta darnos la victoria. ¡Créalo! (Isaías 42:13)
En nuestro caminar por la vida, siempre encontraremos personas que quieran hacernos daño. Muchas veces, incitados por Satanás hasta por cuestiones necias y triviales, todo con el objetivo de enemistarnos, destruirnos o hasta matarnos. La Biblia dice que si cumplimos y oímos la voz de sus mandamientos, de sus consejos que son vida, de sus preceptos que son paz para nuestra alma, Dios promete defendernos, ser enemigo de los que buscan nuestra vida, afligir a los que nos aflijan. Dios es nuestro respaldo. Sólo debemos leer su Palabra todos los días, ponerla en práctica. Cuando le dedicas un espacio a su Palabra y oras o te comunicas a tu Padre Celestial, Él manda su Espíritu Santo para que pueda iluminar con sabiduría tu mente y tocar e inspirar tu corazón para que puedas caminar confiado y alcanzar todo aquello que te propongas. Si has recibido a su Hijo Jesucristo como tu Señor, como tu Salvador, Dios te hace automáticamente hijo de Él. ¿Qué padre quiere que les hagan daño a sus hijos? ¡NADIE! Cuando tú te conviertes al Señor, Él te convierte en su hijo y no permite ni permitirá que nada ni nadie te haga daño. Créeme, Él será enemigo de tus enemigos, afligirá a los que quieran afligirte, dañará a los que te dañen, porque eres de su familia y Él defiende a sus hijos.

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