10 de Junio

¡MI PROBLEMA ES GIGANTE!

(1º Samuel 17:45-47)

₄₅“Entonces dijo David al filisteo: tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel a quien tú has provocado. ₄₆ Jehová te entregará hoy en mi mano y yo te venceré y te cortaré la cabeza y daré los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. ₄₇ Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada  y con lanza; porque de Jehová es la batalla y él los entregará en nuestras manos”

Muchos conocen el desenlace de esta historia: David contra el gigante Goliat, el filisteo que ofendió al ejército de Dios, Israel ridiculizándolos con toda clase de insultos. El joven David lo escuchó y le dio una gran cólera.

Le pidió al rey que lo dejara pelear y hasta el mismo rey vio su apariencia y desconfió. Cuánta gente desconfía de nosotros. Muchos problemas se nos presentan y muchos de ellos como poderosos gigantes nos desafían y nos hacen ver impotentes y miserables. David tenía comunicación con Dios a diario y tan estrecha era esa relación que compuso salmos a él. La comunicación íntima que él tenía todos los días le inyectó confianza y declaró enérgicamente al rey y al mismo gigante las palabras escritas en el texto. Entre más hables con él, más confianza, más valor, más optimismo tendrás para obtener victoria en lo que te propongas. No hagas esperar a Dios ni a tu vida misma. A Dios no le interesa tu religión (la tengas o no), le interesas tú. Déjate guiar e inspirar por él: ora y lee la Biblia y conócelo todos los días y destroza tus gigantes.