jueves, 14 de abril de 2011

14 de Abril

DEJEMOS QUE DIOS NOS EXAMINE
(Salmos 139:23-24)

23“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón: pruébame y conoce mis pensamientos; 24  y ve si hay en mí, camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”.
Cuando Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, lo dotó de recursos diferentes para hacer frente a los diferentes retos que da la vida. Uno de los principales oponentes que se presentan es el sentimiento de culpa. Este sentimiento negativo puede corromper el alma, bajar nuestras defensas (emocionales y físicas, comprobado médicamente) y ser personas que no pueden ofrecer nada aparte de lástima.

Desde lo más profundo de nuestros corazones, siempre sabemos si andamos bien o mal con Dios. El rey David le pidió al Señor  que examinara su corazón, porque sabía que nadie más conoce mejor al ser humano que su Creador, Dios. Al pedirle a Dios que examinara su corazón, sus pensamientos, su vida misma, pidió obtener un beneficio, sea cual fuere el resultado de la evaluación: dirección para seguir el camino correcto.

Debemos seguir el ejemplo de David: pidamos al Señor en oración, a solas con Él, que nos examine y en base al resultado, pidamos dirección. Por muy negro que tengamos nuestros pecados o errores, a Dios le agrada que nos lleguemos con sinceridad de corazón. Recuerde, para Dios, nada hay imposible. Quiere perdón de pecados y recomponer aquellos errores, acérquese a Dios. Todos los días, Dios espera por ti, cada mañana, cada tarde y noche. No esperemos, Él puede cambiar y mejorar tu vida, tus proyectos y sueños… todo.





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