EL DIOS DE PAZ
(Romanos 16:20)
31 Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo sus pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.
Luchamos no contra el causante de nuestros males, sino contra los efectos. Pero Dios nos hace una promesa, en breve. ¡Sigamos orando y practicando las enseñanzas de la Biblia!
Satanás
es el enemigo número Uno de la Humanidad. Quiere destruirnos a toda
costa. Él se ha encargado de promover las guerras, los asesinatos, los
robos, el adulterio y toda clase de inmundicias, toda clase de
violencias para que el ser humano caiga de la gracia de nuestro Señor.
Desde
el principio de los tiempos, Satanás busca nuestra destrucción con todo
tipo estrategias, siendo la primera el engaño. Engaña a los seres
humanos para que cometamos todo tipo de maldades.
Dios
ha dejado su Palabra para que le prestemos la atención debida. Si lo
hacemos, podemos alejarnos de problemas, podemos prosperar en todo lo
que hagamos. Cuando dejas de leer la Biblia (Si alguna vez lo ha hecho),
deja a un lado el consejo, el mandamiento
Dios
ha prometido destruir a Satanás en breve. No debemos descuidar la
oración en ningún momento. Nuestro país, actualmente, está sumido en
toda clase violencia. Hay muchas personas haciendo daño a sus
semejantes. Este día, Satanás matará a muchas personas. No lo hace
directamente: engaña con toda clase de sutilezas para que otros maten
por él, roben por él, engañen por él. El mismo ser humano se ha vuelto
colaborador de él.
La
oración consiste en hablar con Dios, tener una plática con Él. Puedes
hacerlo en el autobús, en la calle, en tu cuarto, en donde sea, ya que
Dios está en todas partes y su oído está atento para protegernos,
consolarnos, prosperarnos en todo lo que hagamos. Sólo es cuestión de
que te acerques a Él con fe, con un corazón sincero. Dios escucha: a
nadie ignora aunque seamos lo peor si lo hacemos con el corazón. Dios
pondrá a Satanás por debajo de nosotros. Confía en Dios, Él no miente.
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