NUNCA LOS CONOCÍ
(Mateo 7:21)
21“No todo el que me dice: Señor, Señor. Entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos”.
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Cuántas veces le hemos dicho a Dios: “Señor” pero no hacemos lo que Él dice. Jesucristo enseñó que debemos hacer lo que Dios dice para que podamos disfrutar de su presencia, de sus bendiciones, de su ayuda.
La clave para poder entrar a su reino es cumplir su Palabra, hacer conforme a lo que está escrito. “Hacer la voluntad de Dios cuesta” me dijo cierto joven una vez. Es cierto, cuando no estamos en línea con el Señor, cuando dejamos la oración, cuando dejamos de leer la Biblia todos los días, cuando dejamos de meditar en su Palabra a diario cuesta o es casi imposible hacerlo.
La Biblia nos enseña, a través de sus historias amenas, nos indica el camino a seguir, nos inspira. La oración – que no es más que una conversación sincera con Dios – NOS FORTALECE. Jesucristo prometió enviar un consolador, y ese es el Espíritu Santo. La manera de sentir su santo Espíritu es estar comunicados con Dios a través de la oración. Si usted cree que cuesta hacer la voluntad de Dios, es cierto, cuesta cuando no estamos cerca de su presencia, cuando no lo buscamos.
No hay otro mejor día que hoy para buscar su presencia. Si cree que Dios no le escuchará, no lo fortalecerá por “cosas” que usted haya hecho, arrepiéntase de sus pecados, acérquese de corazón, Dios no desecha a nadie. Confíe en Él, Dios está más cerca de usted de lo que imagina.
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