viernes, 29 de julio de 2011

29 de Julio

HAY QUE LUCHAR LEGÍTIMAMENTE
 (2ª Timoteo 2:5-6)
 5 “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha de forma legítima 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”.

 El esfuerzo siempre es premiado aun cuando sea muy difícil, no importa la actividad.
Muchas veces admiramos a grandes jugadores profesionales, deportista que por sus capacidades deportivas son dignos de admiración. Muchos jóvenes y adultos los tienen en póster pegados en sus cuartos. Sus equipos favoritos, sus estrellas, etc. En el mundo de la música, del cine, en las altas esferas académicas, también existen personas con talentos y prodigios que son dignos de admirar. Lo que NO vemos, o no queremos ver es lo que está muchas veces detrás de todo ese éxito: ¡ESFUERZO! Todos queremos ser grandes. Todos queremos ser admirados de alguna u otra forma; pero no queremos pagar el precio. La Biblia enseña, desde hace dos mil años (3 mil años si tomamos en cuenta al pasaje escrito en Josué 1:9) que el atleta, para ser coronado, debe luchar de forma legítima, y esta forma es esforzándose. El campesino no podrá ver frutos si antes no trabaja primero. Para obtener un excelente rendimiento académico, hay que esforzarse mucho. Para ganar el primer premio en el deporte, en la música o en lo que sea, no hay atajos: el único camino a seguir se llama ESFUERZO, y debe ser diario. ¿Cree que cuesta? Con Cristo, todo es posible (Filipenses 4:13). Acérquese al Señor hoy y ponga sus debilidades en Él. Dios NO le fallará jamás.


jueves, 28 de julio de 2011

28 de Julio


TEME A DIOS Y GUARDA SUS MANDAMIENTOS
 (Eclesiastés 12:13)

13 “El fin de todo discurso oído es este: teme a Dios y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre”.
 Los mandamientos de Dios son para nuestro bienestar, no son para tenernos presionados como el diablo ha querido hacernos creer.
En resumidas cuentas, la principal indicación que debemos seguir como seres humanos es la de temer a Dios y sobretodo, guardar sus mandamientos. Dichos mandamientos nos guardan de todo mal. Los mandamientos de Dios son para prevenirnos de problemas, prevenirnos de dificultades, prevenirnos de muchos males que después nos llevan al arrepentimiento.
Cuando cumplimos sus mandamientos, estos nos libran de daños y perjuicios presentes o futuros. El SIDA se evitaría no fornicando, no teniendo sexo libre como muchas personas, adolescentes, jóvenes y adultos practican actualmente. Dios ordenó no robar, ya que ello daña a otros y se puede perder la libertad o la vida al no cumplir con dicho mandamiento. El adulterio rompe matrimonios, rompe hogares, rompe vidas. Los ebrios (bolos en nuestro medio) se dañan a sí mismos y a sus familias. Se pueden seguir enumerando más. Todo lo que Dios prohíbe es para el bienestar del ser humano, para usted que está leyendo estas líneas. Rompa los mandamientos de Dios y los daños a su vida serán suyos.

miércoles, 27 de julio de 2011

27 de Julio


NO REINE EL PECADO EN USTED
 (Romanos 6:12)

12 “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcan en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presenten vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad…”
El pecado siempre se presenta dulce y rico hasta que se ven los "efectos secundarios" que pueden desgraciarle la vida a cualquiera
Cuando uno peca, hace lo que no es correcto, realiza un hecho que va contra los principios de Dios, nos apartamos de Dios, de su presencia, de su protección, de sus bendiciones.
El apóstol Pablo, en su carta a los cristianos de Roma, los exhortaba a que no se apartaran de Dios realizando acciones que a Dios le desagradan. Dios no tolera el pecado. Él simplemente, se aparta de nosotros en dicho
Momento. Cuando eso sucede, el manantial de bendiciones es cortado abruptamente, porque a la fuente de nuestro bienestar lo hemos apartado de nosotros.
El sexo libre, las drogas, el adulterio, la fornicación, la desobediencia a los padres y muchos otros actos más, a Dios le desagradan. Él quiere bendecirnos, por ello, debemos luchar contra nuestras debilidades que nos empujan a lo malo. Es cierto, mientras estemos en este mundo, pecaremos, pero, Dios examina nuestros corazones. ¿Cómo está su relación con su Padre Eterno? ¿No está bien? No se preocupe, sea sincero con Dios, a Él le encanta su sinceridad. Si ha cometido cosas indebidas, Dios puede perdonarlo. Solo acérquese a Él en oración, con un corazón sincero. Si usted se cree débil, pida a Dios fuerzas, nuevos ánimos, Él se lo dará. No deje de hablar con Él todos los días. Poco a poco, Dios le ayudará a vencer esas tentaciones que pueden destruirlo.




martes, 26 de julio de 2011

26 de julio


LO PRIMERO AL AMANECER: LA ORACIÓN
 (Marcos 1:35)

40 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió  Jesús y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”.
 Al buscar primero su presencia antes que otra cosa, nos recargamos de nuevos ánimos ¡Inténtelo! Dios no lo defraudará.
¿Qué es lo primero que haces al amanecer, al abrir tus ojos? Piénsalo por un momento ¿Crees que te será de utilidad para el resto del día.
Nuestro Señor Jesús enseñó, con el ejemplo, lo que debe hacer temprano en la mañana, lo primero que debe hacerse es: buscar a Dios. Él debe ser lo primero en todo lo que hagamos. Jesús lo enseñó: CON EL EJEMPLO.
Debemos seguir ese ejemplo. Muchas de las cosas que hacemos no prosperan y no lo harán, porque no lo buscamos. Él debe ser lo primero en tu vida. Debes buscarlo a primera hora. Cuando se nos viene un problema o necesidad grande a nuestra vida, comenzamos a buscarlo. ¡Comienza hoy! Dios es tu Padre, quiere lo mejor para tu vida, quiere bendecirte, engrandecer todo lo que hagas o te propongas. Jesús tenía todo bajo control, no sólo porque era el Hijo de Dios, sino porque su relación estrecha con su Padre Celestial era diaria. Él es el más vivo ejemplo de lo que deberíamos hacer a diario al amanecer: comunicarnos de mañana con Él. Si quieres que tu vida vaya de triunfo en triunfo a partir de hoy en todo: búscalo primeramente.