EL HOMBRE NO ES SEÑOR DE SU CAMINO
(Jeremías 10:23-24)
23 “Conozco, oh Jehová, que el hombre no es señor de su camino, ni del hombre que camina el ordenar sus pasos 24 Castígame, oh Jehová, pero con juicio; no con tu furor, para que no me aniquiles”.
De Dios dependemos en todo. Todo cuanto hagamos, debe ir acompañado del Señor para que todo le vaya bien.
Todos los días hacemos planes, nos proyectamos para el futuro a corto, mediano o largo plazo. Todos tenemos sueños, ilusiones y ganas de hacer muchísimas cosas, llegar muy lejos, impactar a los demás, hacer cosas grandes. Es bueno, ya que si Dios nos creó, somos semejantes a Él en cuanto a grandeza, en cuanto a ser mejores en todo lo que hagamos; pero es sólo eso: sueños e ilusiones. Cuantas veces, los presentadores de los noticieros dicen: “Los esperamos mañana a esta misma hora” mas no saben si amanecerán con vida, o al salir del canal morirán y no regresarán. A nosotros nos pasa lo mismo. A veces tenemos problemas de carácter o de personalidad. Sabemos que tenemos un problema pero no podemos resolverlo solos. Necesitamos ayuda… de Dios principalmente. Cuando cometemos errores o pecados, sufrimos las consecuencias. Tenemos que pagar muchas veces por lo que hacemos. Dios deja que suframos, tal vez de esa manera entendemos. Sin embargo, su misericordia es continua, no lo olvide
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