HAY QUE LUCHAR LEGÍTIMAMENTE
(2ª Timoteo 2:5-6)
5 “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha de forma legítima 6 El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”.
El esfuerzo siempre es premiado aun cuando sea muy difícil, no importa la actividad.
Muchas veces admiramos a grandes jugadores profesionales, deportista que por sus capacidades deportivas son dignos de admiración. Muchos jóvenes y adultos los tienen en póster pegados en sus cuartos. Sus equipos favoritos, sus estrellas, etc. En el mundo de la música, del cine, en las altas esferas académicas, también existen personas con talentos y prodigios que son dignos de admirar. Lo que NO vemos, o no queremos ver es lo que está muchas veces detrás de todo ese éxito: ¡ESFUERZO! Todos queremos ser grandes. Todos queremos ser admirados de alguna u otra forma; pero no queremos pagar el precio. La Biblia enseña, desde hace dos mil años (3 mil años si tomamos en cuenta al pasaje escrito en Josué 1:9) que el atleta, para ser coronado, debe luchar de forma legítima, y esta forma es esforzándose. El campesino no podrá ver frutos si antes no trabaja primero. Para obtener un excelente rendimiento académico, hay que esforzarse mucho. Para ganar el primer premio en el deporte, en la música o en lo que sea, no hay atajos: el único camino a seguir se llama ESFUERZO, y debe ser diario. ¿Cree que cuesta? Con Cristo, todo es posible (Filipenses 4:13). Acérquese al Señor hoy y ponga sus debilidades en Él. Dios NO le fallará jamás.