¿CÓMO DEBO ORAR?
(Lucas 11:5-6)
5 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres; de cierto les digo, ya tienen su recompensa 6 Mas tú cuando ores, entra en tu aposento y cerrada la puerta, ora a tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.
La oración es simplemente un momento especial, un momento de intimidad, un momento en el cual Dios siempre tiene tiempo para aquellos que le buscan. La oración es platicar, dialogar, es conversar con Dios, nuestro Padre Eterno. Cuando oras (conversas) con el corazón, Él se siente complacido. Es para Él también un momento especial contigo. Cuando tienes intimidad con el Señor y no permites que nada ni nadie te interrumpa, Él se encarga de llenar cada parte de tu ser de paz, de inspiración. Si estás cargado de problemas o estás metido en una situación agobiante, la oración te sustenta, porque estás con la fuente de vida, con la fuente de inspiración: Dios.
Cuando ores, hazlo a solas. No importa si estás de pie, de rodillas, sentado. Si tu corazón se derrite por el Señor, Él te llenará por completo. Te olvidarás de tu situación y Él te ayudará a salir adelante en victoria. Busca un lugar especial, un lugar de encuentro con Él, jamás olvidarás esa experiencia: ¡Querrás más!
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