lunes, 8 de agosto de 2011

8 de Agosto


LA MISERICORDIA DE JEHOVÁ
 (Joel 2:12-13)

12 “Por eso pues, ahora, dice Jehová, conviértanse a mí con todo su corazón, con ayuno y lloro y lamento 13 Rasguen su corazón y no sus vestidos y conviértanse a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia y que se duele del castigo”.
 Usted está muy cerca renovar su vida. Solo es cuestión de buscar al Todopoderoso con todo su corazón
Dios nos llama todos los días para que volvamos a Él. Él es nuestro Padre y como a hijos, nos ama. La necedad del ser humano en cuanto a olvidarse del Todopoderoso tiene nuestro mundo como está: lleno de guerras, envidias, enfermedades, destrucción de hogares… de muerte.
“Conviértanse a mí” dijo el Señor por medio del profeta Joel a aquella generación. Dicha generación fue destruida a causa de haber abandonado a Aquel que nos da la vida. Aún hoy, en pleno siglo XXI, este mensaje es muy actual. Dios es misericordioso. Quiere lo mejor para usted, para mí, pero mientras siga siendo una persona  terca, “atea”, que todo lo puede, que no tiene necesidad de Dios, su vida, gradualmente irá tornándose seca, vacía, sin esperanza, lastimosamente, la mayoría se da cuenta hasta que ha pasado por momentos críticos y dolorosos. En esos momentos, cuando está mal y no hay ya remedio, buscamos a nuestro Padre Eterno, a aquel de quien nos hablaron quizá hace muchísimo tiempo. No espere que algo malo pase para volver a los brazos del Señor Dios, a cuyo Hijo, Jesucristo, entregó a muerte y resucitarlo para que viviéramos y tuviéramos un rayo de esperanza y salvación.

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