miércoles, 2 de febrero de 2011

1 de Febrero


GUARDAR SU PALABRA DA TRANQUILIDAD
(Proverbios 3:21 – 26))

21“Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo, 22 y serán vida a tu alma y gracia a tu cuello 23 Entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará. 24 Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás y tu sueño será grato. 25 No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza y Él preservará tu pie de quedar preso”.
El ser humano pasa por muchas situaciones problemáticas, y en ciertas ocasiones, hasta traumáticas. La naturaleza humana es muy frágil. La fortaleza viene de Dios. Nuestra fuente de esperanza es Él. Resulta extraño que en los momentos más difíciles y oscuros de nuestra vida, la búsqueda de Dios por paz y consuelo es gratificante, es rico
         Cuando todo está apacible, a Dios, fuente inagotable de misericordia, lo dejamos en la distancia. Solemos ser muy desagradecidos por ello. Guardar su Palabra es nuestro refugio. No hay necesidad de pedir ayuda, Él está más que cerca para ver los peligros cercanos y alejarnos o guardarnos de ellos. Vivir confiadamente es posible con sólo guardar sus consejos, sus mandamientos. Por ello, leer la Biblia todos los días, desde muy temprano, permite guiarnos por caminos seguros y no andamos “tanteando”. La crisis podrá rodearnos y atacar a muchos a tu alrededor; pero Dios es tu confianza, tu seguridad. Es una promesa para aquellos donde Jesucristo es su Señor, le buscan a diario, le elevan alabanzas y adoración. Le brindan su corazón. Cultiva esperanza y seguridad para tu vida en cualquier circunstancia. No importa si esta sea amenaza de delincuentes, por enfermedades, por deudas económicas. Sólo búscale, Dios es el único camino, la persona en quien en verdad sí puedes confiar.



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