RESPETEMOS A NUESTRAS AUTORIDADES
(Tito 3:1-2)
1“Recuérdales que se sujeten a los gobernantes y autoridades, que obedezcan, que estén dispuestos a toda buena obra 2 Que a nadie difamen, que no sean pendencieros, sino amables, mostrando toda mansedumbre para con todos los hombres”.
Respetar a las autoridades civiles, escolares y en general, de todos nuestros gobernantes, es un mandato de Dios para todos. Dichas autoridades son las encargadas de dirigir y mantener un orden en el sistema de vida que llevamos. Dios ha dejado las autoridades con dicho fin, debemos ser personas respetuosas para con todos los demás. A las personas mayores les debemos respeto sólo por el hecho de ser nuestros mayores. Algún día alcanzaremos un grado de madurez, de edad y de mayoría y como tal, también vamos a querer el respeto de nuestros jóvenes. Comencemos haciéndolo nosotros mismos para que un día también recibamos lo mismo. No debemos hablar en contra de nadie ni mucho menos difamando a las personas por cuestiones necias. El respeto es ante todo, lo que otorga tranquilidad y paz en el medio en el que vivimos. A nuestros padres, a nuestros maestros, nuestras autoridades civiles les debemos respeto y obediencia para vivir una vida tranquila. Dios las ha dejado para tener un orden donde quiera que estemos. La paz comienza con el respeto y buen trato a los demás.
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