DIOS VE LO MEJOR DE NOSOTROS
(Job 1:7-12)
6“Un día acudieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios y entre ellos vino también Satanás. 7 Dijo Jehová a Satanás - ¿De dónde vienes? Respondiendo Satanás a Jehová dijo: - De rodear la tierra y andar por ella. 8 Jehová dijo a Satanás: -¿No te has fijado en mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? 9 Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: - Acaso teme Job a Dios de balde? 10 ¿No le has rodeado de tu protección, a él y a su casa y a todo lo que tiene? El trabajo de sus manos has bendecido y por eso sus bienes han aumentado en la tierra. 11 Pero extiende ahora tu mano y todo lo que posee y verás si no blasfema contra ti en tu propia presencia 12 Dijo Jehová a Satanás: -Todo lo que tienes está en tu mano; solamente, no pongas tu mano sobre él.”
Cuando Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, lo dotó de recursos diferentes para hacer frente a los diferentes retos que da la vida. Uno de los principales oponentes que se presentan es el sentimiento de culpa. Este sentimiento negativo puede corromper el alma, bajar nuestras defensas (emocionales y físicas, comprobado médicamente) y ser personas que no pueden ofrecer nada aparte de lástima.
Desde lo más profundo de nuestros corazones, siempre sabemos si andamos bien o mal con Dios. El rey David le pidió al Como se lee en la lectura anterior, se pueden observar dos cosas: lo primero es que Dios ve lo mejor de nosotros, nuestro corazón, aunque consideremos que sea malo, Dios lo ve muy diferente. Lo segundo es que lo negativo lo verá Satanás y hará sentirnos desgraciados, ruines y miserables. A Job le vio sus mejores cualidades, no le interesó sus defectos que como seres humanos tenemos. Así es hoy en día, Él ve lo mejor de tu persona, ya que Él ve tu corazón no la apariencia. Satanás no tiene la capacidad de ver más allá, sólo las apariencias. Satanás se encarga de ver lo malo de nosotros y se encarga de acusarnos delante de Dios. Jesús es el abogado que tenemos delante del acusador, por ello, el Señor alarga su misericordia para con nosotros. Satanás desgració a Job, le quitó todo porque Dios se lo permitió y le puso límite y Job, siguió fiel a Dios. El Señor lo recompensó dándole el doble de todo lo que tenía. Dios conocía el corazón de Job. Los seres humanos nos portamos semejante a Satanás: vemos lo malo de las personas.
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