viernes, 14 de enero de 2011

14 de enero

NO REINE EL PECADO EN USTEDES
Romanos 6:12-13

12 No reine, pues, el pecado en su cuerpo mortal, de modo que lo obedezcan en sus concupiscencias; 13 ni tampoco presenten sus miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino, preséntense ustedes mismos a Dios como instrumentos de justicia.
      Pecado es todo aquel acto que va en contra de los deseos de Dios. El pecado desagrada a Dios, lo hace sentir mal cuando lo hacemos. A pesar de ello, Dios no odia al que lo comete, al contrario, siempre ha buscado formas para hacernos regresar del mal camino.
      Dios no quiere que perdamos sus bendiciones a causa de nuestros deseos desordenados, deshonestos e insensatos (concupiscencias). Satanás, a toda costa, quiere hacernos ver como bueno aquello que Dios reprueba y condena. Sabe que si cometemos pecado, nos separamos de Dios, de su protección, de su bienestar y de todo aquello grande de Dios para nosotros.
      Como Padre, Dios desea lo mejor para nosotros. Por tal razón, Dios no quiere que pequemos. Si lo hacemos, sabe Satanás que puede agarrarnos como piñata, podrá hacer lo quiera de nosotros. Sabe Satanás que si confesamos nuestros pecados a Dios y nos arrepentimos de ellos, Dios nos perdona y nos limpia (1ª Juan 1:9) de toda maldad. ¡Qué bien! Eso no significa que vamos a seguir en lo mismo ¡NOOO!
      A través de la oración, de la lectura de la Biblia todos los días, podemos vencer a las tentaciones que Satanás pone en nuestro camino. Recuerde que vencemos a Satanás entre más cerca estemos de nuestro Padre Celestial. No olvide asistir a una iglesia cristiana donde hablen del amor de Dios, donde enseñen acerca de Jesucristo, donde enseñen que Dios no nos ha abandonado sino que ha mandado a Espíritu Santo para que esté con todos nosotros todos los días. ¡NO DEJE DE ASISTIR!
      Como el apóstol Pablo escribió una vez: No deje que el pecado reine en su cuerpo. Aléjese de él para que no haya interrupciópn en la relación con su Padre. Si peca, pídale perdón a Dios de corazón y sinceramente. Dios siempre atiende un corazón arrepentido y humillado. Dios le bendiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario